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API ManagerLas interfaces de programación de aplicaciones, normalmente conocidas como API, liberan el potencial de los datos y permiten a las empresas conectar sistemas, aplicaciones, dispositivos y conjuntos de datos. Para entender qué tipo de API es el más adecuado para un proyecto, es importante tener en cuenta varios factores: el uso que se le va a dar, qué usuarios accederán a la API y la utilizarán, y los sistemas y conjuntos de datos que habrá que conectar. Para conseguir que el rendimiento y la gestión de las API sean eficaces, es vital determinar el tipo de API óptimo y diseñar y desarrollar su arquitectura de acuerdo con ello.
No es habitual que una organización decida que necesita una API de la nada; muy a menudo, empiezan con una idea, aplicación, innovación o caso de uso que requiere conectarse a otros sistemas o conjuntos de datos.
Las API entran en juego como un medio de conexión entre los sistemas y los conjuntos de datos que deben integrarse.
Las organizaciones pueden utilizar diferentes API para una amplia variedad de propósitos, desde exponer internamente una funcionalidad del sistema central hasta habilitar una aplicación móvil para los clientes. El enfoque de conectividad API-led de MuleSoft engloba tres categorías de APIs:
Una vez que se ha determinado el caso de uso para las API de una organización, es el momento de determinar qué usuarios podrán acceder a ellas. A menudo, el caso de uso y el usuario deseado van de la mano: por ejemplo, cuando se busca facilitar datos de clientes a los agentes internos de ventas y servicios, la audiencia de destino serán los empleados de la propia empresa.
A continuación se analizan tres tipos de APIs en función de su gestión y los usuarios que acceden a ellas:
Las API externas son accesibles para terceros (desarrolladores, partners, etc.) ajenos a la organización. A menudo, permiten que desarrolladores de todo el mundo que buscan crear aplicaciones e integraciones innovadoras puedan acceder fácilmente a los datos y servicios de una organización mediante el autoservicio.
Un ejemplo de API abierta es la API de Google Maps, que es utilizada por aplicaciones de terceros (como aplicaciones de transporte compartido o entrega de comida) para posicionar y rastrear las ubicaciones.
Las API internas son lo contrario de las API abiertas en el sentido de que son inaccesibles a usuarios externos y solo están a disposición de los desarrolladores internos de una organización. Las API internas pueden dar cabida a iniciativas a nivel empresarial que van desde la adopción de arquitecturas DevOps y de microservicios hasta la modernización de sistemas heredados y la transformación digital. El uso y la reutilización de estas API pueden mejorar la productividad, eficiencia y agilidad de una organización.
Un ejemplo de API interna reutilizable es cuando un centro de llamadas crea una API de información de clientes que se utiliza en una aplicación que da acceso a nombres, datos de contacto, información de cuentas, etc. El equipo encargado de este proceso puede entonces reutilizar la misma API en una aplicación web o móvil destinada a los clientes.
Las API de partners son un término medio entre las internas y las externas. Ello se debe a que son accesibles a personas ajenas a la organización, pero solo para aquellas que tienen permisos exclusivos. Normalmente, este acceso especial se concede a determinados terceros para facilitar una colaboración empresarial estratégica.
Un caso de uso común de las API de partners se produce cuando dos organizaciones desean compartir datos, como por ejemplo, el departamento sanitario de una provincia y un hospital de su jurisdicción. La API de partners se configuraría de forma que cada organización pueda tener acceso a los datos necesarios si cuenta con las debidas credenciales y permisos.
Otro factor a tener en cuenta a la hora de elegir una API es el estilo o estilos de arquitectura que se van a emplear. Es esencial escoger el estilo o patrón de arquitectura que mejor se ajuste al caso de uso deseado para la API si se necesitan ciertas capacidades funcionales. Este tipo de decisiones de diseño de las API suelen tomarlas equipos de corte más técnico.
Antes de tomar esta decisión, hay que tener una comprensión básica de la infraestructura existente, es decir, saber si los sistemas están alojados localmente o en la nube, qué sistemas y conjuntos de datos son necesarios, qué protocolos de seguridad deben implantarse y qué funcionalidades se requieren. De acuerdo con la filosofía de diseño API-first, la funcionalidad y las experiencias de usuario que se buscan son lo que debería guiar los cambios que se efectúen en los activos de TI heredados, en lugar de ser estos activos quienes dicten la funcionalidad o la experiencia.
Existen varios estilos de arquitectura para APIs, así como diferentes formatos de datos incluidos en estos estilos; a continuación se presentan los más comunes:
Vivimos rodeados de todo tipo de eventos para los que este modelo de API funciona bien. Estos son tan solo algunos:
Diseñar y gestionar APIs eficaces requiere tener en cuenta muchos aspectos. El contenido anterior presenta una panorámica de las diferentes decisiones que debe tomar una organización a la hora de preparar el diseño, la implantación y la gestión de una API. Para obtener más información, puedes descargar nuestro whitepaper sobre conectividad API-led.